Sobre encontrar tu primer empleo
Todos hemos pasado en algún momento por el trago de buscar el primer empleo de nuestra vida. Una servidora, de hecho, estaba en estas andadas hace menos de 3 años. Sufrí en mis carnes, y vi en las de amigos y compañeros, las incertidumbres y frustraciones a la hora de encontrar una oportunidad profesional. Vengo a plasmar en estas líneas lo que recuerdo de aquellos cuanto_menos_curiosos meses.
Espera, antes de eso... ¿Cómo sé a qué me quiero dedicar?
Puede que seas de esas personas afortunadas que tienen muy clara su vocación; pero, por si te sientes perdido/a y no sabes a qué ámbito quieres dedicar tu tiempo, no te preocupes. Es, de hecho, lo más normal del mundo.
Si eres de los primeros, un consejo no solicitado: sabiendo a qué te quieres dedicar, ve a por ello. Coger trabajo de algo que no te guste porque te lo sirvan en bandeja puede traerte muchos quebraderos de cabeza a medio-largo plazo. Si tus circunstancias te lo permiten, aunque tardes más tiempo y requiera más esfuerzo, no dudes en luchar por posicionarte profesionalmente en aquello en lo que quieras hacerlo.
Para quienes no tienen ni idea de por donde tirar (como fue mi caso), siempre podréis hacer un primer acercamiento navegando por la web, navegando en interné. ¿Qué roles existen en Sistemas? ¿Y en diseño? ¿Qué se valora en ese tipo de posiciones? ¿Encaja con mis inquietudes?
También puede ser de gran utilidad hablar con gente que se dedique a aquellos campos entre los cuales dudes. ¿Dónde puedes encontrar a esa gente? Por LinkedIn, Twitter, ferias de empleo… Y, sobre todo, amigos de amigos, conocidos, familiares, amigos de familiares… Por supuesto, ten en cuenta que sus opiniones estarán sesgadas por el entorno en el que desarrollen su actividad, pero seguro que te pueden ayudar a aclarar dudas y aprender un poco más de su día a día.
Otra herramienta que no es ninguna tontería es hacerte una lista de qué quieres en tu vida. Algunas ideas: a mí en un trabajo me gustaría tener ambiente internacional y hablar en inglés; quiero trabajar en remoto (o no); quiero empresa grande (o startup); me molarían estos sectores, soy una persona generalista o quiero especializarme en algo, me gustaría aprender a negociar y que haya un componente creativo en el día a día. Puede que al principio no se te ocurran cosas, pero si vas buscando, rascando y preguntando aquí y allá tendrás al menos una pequeña guía de por dónde empezar a buscar.
Y un pequeño golpe de la realidad: muchas veces, por mucho que te lo cuenten en detalle, hasta que no pruebes algo no sabrás si te va a encajar. Y no pasa nada. Nos ha pasado a mucha, mucha gente. Cambiar conllevará esfuerzo y trabajo duro, pero tienes todo el tiempo del mundo para hacerlo.
La primera duda: dónde buscar
1. Fuentes directas
Si tienes en mente sectores o empresas en las que te gustaría intentar entrar, ve directamente a por ellas. El 90% de empresas tienen en su web un apartado de Careers o Trabaja con Nosotros en los que encontrarás listadas las vacantes disponibles. Si te encaja alguna, podrás aplicar por ahí directamente.
Si no tiene apartado de empleo en su web, muchas veces podrás encontrar las posiciones de esa empresa en LinkedIn. Y si tampoco están ahí, puedes buscar en Google por si utilizaran otro job board. Y si tampoco, entonces igual no están buscando a nadie en este momento, pero siempre puedes escribirles por si tuvieran en el radar buscar un perfil como el tuyo en poco tiempo. De hecho, en ocasiones, contactar a alguien de la propia empresa que pueda tener capacidad de decisión en estos temas tiene sentido, y denotará mucho interés por tu parte.
Nunca dudes en aspirar alto e intentarlo en esa empresa que te produce chiribitas en los ojos, pues más vale arriesgar que quedarse con la espinita clavada… Total, el «no» ya lo tienes.
2. Fuentes indirectas
Hay miles de canales de empleo y job boards ahí fuera. Te dejamos por aquí una lista por si te es de ayuda:
- Por supuesto, Manfred y Manfred Daily 😉.
- Tablones de anuncios de universidades, centros educativos, bootcamps…
- JobFluent.
- Angel List.
- Welcome to the Jungle.
- Indeed.
- Infojobs.
- LinkedIn.
- We Love Code.
- Manfred.
- Sites de empleo en remoto: Landing Jobs, Remotive, DailyRemote, We Work Remotely…
Puedes encontrar muchas más fuentes en este repo de Github de Manuel Obregozo.
Desgraciadamente, si te presentas a varios procesos en plataformas diferentes descubrirás el DOLOR que supone rellenar tu información profesional en varias plataformas, lo largo y repetitivo que puede llegar a ser. Pero tranqui, en Manfred estamos trabajando para que esto deje de pasar muy pronto 🤓.
Qué esperar de un proceso de selección: tipos de fases
En el mundo de los procesos de selección cada maestrillo tiene su librillo. Sin embargo, al ir tomando rodaje con varias empresas te darás cuenta de que hay tipologías que se repiten:
1. Cribado Inicial
Basados en tu CV o respuestas ante ciertas preguntas iniciales, el equipo a cargo de la selección suele aplicar un primer filtro para descartar a aquellos candidatos que no cumplan con los requisitos básicos solicitados para cubrir las necesidades de la empresa.
2. Entrevistas y dinámicas con recursos humanos
Los recruiters suelen aplicar un filtro al inicio acorde a las características personales que buscan en un nuevo miembro para el equipo. Pese a que quizá no entren tan en detalle sobre las especificidades de tu día a día, hay que tener en cuenta que los equipos de selección suelen tener una sólida base para el análisis de la personalidad y actitudes que subyacen bajo ciertos comportamientos o respuestas. Así, se centrarán en la evaluación de tus experiencias y soft skills. Suelen hacer:
- Preguntas abiertas, las cuales sirven principalmente para ver tus habilidades de comunicación, competencias, experiencias… En estas se valora positivamente dar respuestas completas, la transparencia, el orden y coherencia en el discurso… Podrás encontrarte preguntas del tipo «¿Dónde te ves en cinco años?» o «cuéntame un momento de tu vida en el que te enfrentaste a una situación frustrante y cómo la gestionaste», entre muchas otras.
- Preguntas situacionales: ¿Cómo reaccionarias ante un conflicto en tu equipo? ¿A quién recurrirías ante un error en el servicio? ¿Cómo gestionarías una tarea que no sabes realizar? Este tipo de cuestiones te plantean un contexto y buscan conocer cómo te comportarías en el mismo.
- Evaluación de tu fit cultural, en la que te harán preguntas buscando conocer si encajarías en el actual equipo. Aquí, documentarte previamente sobre la posición y la empresa, así como mostrar interés, serán gestos muy valorados por los entrevistadores.
- En algunos casos, dinámicas de grupo. En estas participarás con otros candidatos en un debate en torno a la resolución de un problema. Suelen servir más bien para descartar a aquellos que no muestren participación, colaboración, buena argumentación, comunicación…
3. Tests o cuestionarios
Estos son de utilidad para evaluar tus hard skills o conocimientos puros. Siendo tu primer empleo, no buscarán que tengas un manejo impresionante de ninguna tecnología o un conocimiento profundo sobre nada en concreto; pero sí evaluarán tus bases en la disciplina a la que te vayas a dedicar. Estos pueden incluir pruebas técnicas, tests (de creatividad, de analítica…)…
4. Entrevista con leadership
El último filtro lo suele pasar quien vaya a ser tu responsable directo o parte del equipo con el que vayas a trabajar. A esta fase suelen llegar entre 2 y 5 candidatos, y es quizá la menos estructurada de todas: puede que tanteen desde tu comunicación hasta las condiciones de la posición, pasando por tus conocimientos y habilidades. Encajar a nivel personal con la persona que te está entrevistando aumentará mucho tu probabilidad de éxito.
Y después, ¿qué?
El proceso acaba o bien porque te han rechazado (o tú has decidido por voluntad propia salirte del mismo). Pero no queremos que llegues a este momento sin ser consciente de varias cosas:
- Manejar la frustración. Uno de los errores que cometí fue pensar que la búsqueda de empleo sería relativamente fácil. Cuando iba por la aplicación número 25 y el 5º «no» (llegaron unos cuantos más) empecé a darme cuenta de que igual había pecado de confiada. Que te rechacen no quiere decir que no valgas; puede darse por múltiples motivos: no cumples con una unidad de requisito que para ellos era imprescindible, han recibido una montaña de aplicaciones y compites contra mogollón de candidatos o, sencilla y desgraciadamente, han contratado al primo del sobrino de la persona de administración. Es probable que esta situación se dé, y No Pasa Nada.
- Aprovecha el feedback para tus futuros procesos de selección. Y si no te lo dan, encima cuando lo pides, algo están haciendo regulinchi.
- Tanto la empresa te evalúa a ti como tú evalúas a la empresa. Si durante el proceso de selección no te ha gustado cómo ha sido tu contacto con las personas con las que vas a trabajar, no tienes por qué aceptar el puesto. Eso sí, es una buena práctica avisar lo antes posible de que abandonas el proceso para no hacer perder el tiempo a nadie.
- ¿Qué condiciones merezco? La gran duda. No te vamos a engañar: no se suele ofrecer una escandalosa cantidad de dinero a una persona sin experiencia; pero que tampoco te vapuleen. Preguntar cuestiones como el horario, flexibilidad, trabajo en remoto, retribución en especie, remuneración o beneficios a lo largo del proceso te ayudarán a saber de antemano si la posición te interesa o no. ¡Y ahorrará unidades de minuto o de hora de tu preciado tiempo!
Y si no estás seguro, necesitas orientación o alguien a quien consultar, recuerda que en Manfred siempre estaremos abiertos a ayudar, guiar y escuchar a nuestros manfreditas. Solo tienes que pegarnos un toque ;-).