El post del viernes: La Contraoferta laboral
Como ya sabéis, en Manfred hacemos las releases los viernes, así a lo loco. Peeero esta semana, entre la #Tarugo21 y el trabajito que nos está llevando dejar el onboarding del manfredita niquelado, os vamos a compartir otra cosa que esperamos os sea de utilidad.
Hace tiempo, David lanzó una reflexión sobre cómo actuar ante una contraoferta laboral que generó un poco de ruido 👇🏿
Lo cual nos dio pie a debatir con el equipo sobre qué hacer cuando uno de los manfreditas con los que gestionamos un proceso, recibía una contraoferta laboral. Un clásico que te puede pasar en algún momento. Esta situación puede suponer un quebradero de cabeza. Aquí os pasamos algunos tips que os pueden ser útiles para saber cómo valorar una situación así, sin caer en agobios. Vamos a ver:
1. Cuestiónate
Vas a entrar en un proceso de selección. Puede que te hayan contactado, puede que tú mismo lo hayas buscado. Pero ahí estás. Algo te ha movido a tomar esa decisión. Lo primero que te podemos decir es que analices el motivo que te ha llevado a presentarte. Esa motivación es la clave. Probablemente en tu empresa actual te esté faltando algo: proyecto profesional, reto técnico, remuneración, compañeros que te motiven. Algo falla. ¿Qué es? Cuando lo sepas, nuestra primera recomendación es siempre que lo hables con tu empresa actual ANTES de meterte de lleno en un proceso.
2. ¡Sorpresa! Te van a hacer una contraoferta.
Has ido avanzando pantallas y llega el esperado momento de tomar una decisión. Se lo cuentas a tu actual trabajo y te hace una contraoferta laboral.
¿Qué hacer?
Desde el momento en que ves que has superado el primer filtro de entrevistas es interesante que tengas claro que te van a hacer una contraoferta desde tu trabajo actual. Ya te lo decimos nosotros, que si estamos escribiendo esto, es nuestro pan de cada día. La razón: si eres un perfil técnico –que no abundan– y suele ser más costoso reponer tu posición, que hacerte una contraoferta.
Así que piensa: ¿Qué pedirías para quedarte? Puede ser dinero, mejor comunicación, valoración interna, otros proyectos, etc. Pero si has llegado a este punto, recuerda claramente tus motivaciones. Lo cual nos devuelve al punto 1.
Si tu motivación al cambio es ‘solo’ salarial. Quizá es el único caso en que aceptar una contraoferta laboral es buena idea. Si tu motivación va más allá y no se ha resuelto en las conversaciones anteriores, ¿crees que algo va a cambiar ahora?
En todo caso, saber qué es lo que te mueve te ahorrará tiempo y quebraderos de cabeza. Además del riesgo de quedar mal en alguna de las dos empresas.
3. Roadmap
Entender cuál es tu motivación para cambiar de trabajo te va a facilitar saber si esta nueva oferta a la que estás aplicando va a suponer el reto que te permitirá estar donde quieres en un futuro. O si debes marcarte un roadmap de búsqueda sobre la base de estos nuevos objetivos.
Algunas preguntas te permitirán descubrir qué retos te motivan, más allá de una posible mejora salarial: ¿Por qué quieres salir de tu empresa? ¿Qué buscas en tu siguiente etapa? ¿Mismo rol? ¿Stack? ¿Empresa de producto? ¿Gestionar un equipo diferente o más grande? ¿Es la nueva oferta el lugar donde vas a poder hacer todo esto que deseas?
Nunca está de más recordar cuando fue la última vez que recibimos y dimos feedback en nuestra empresa actual, para dar al menos la oportunidad de reorientar la situación antes de tener que llegar a un ultimátum e irnos.
4. La retribución REAL
No todo es comparar los salarios brutos que te ofrecen en ambos casos.
'Ya, pero es que en mi actual empresa ahora me ofrecen 43K' > “Ya, pero es que aquí te ofrecen 40K y luego te ofrecen estos beneficios que significan 15K más al final del año. Tickets restaurante, guardería, trabajar en remoto REAL, flexibilidad horaria _DE_VERDAD_, y poder ahorrarte desplazamientos en hora punta, parking gratuito, formación, etc. Son beneficios que pueden suponer un ahorro de varios miles de euros de diferencia al final del año.
Sin contar que en algunas ofertas se ponen acciones sobre la mesa (pero eso nos dará para un capítulo aparte).
5. Investiga
La experiencia nos dice que en ocasiones, el temor a no conocer dónde vas y el confort de ya conocer la posición donde te encuentras, tus compañeros, los procesos, el salario emocional, inclina la balanza frente a una nueva posición. Para poder surfear esa incertidumbre lo mejor es hacer un poco de investigación:
- Investiga la reputación de esta nueva empresa. Qué se dice de ella por internet, pero también, intenta hablar con personas que hayan pasado por ella previamente o estén trabajando en estos momentos, aunque no vayas a tener relación con ellas en tu día a día.
- Solicita hablar con tu equipo durante el proceso de la entrevista, no solo con tus responsables. Te dará una foto más real y te permitirá valorar si estarás a gusto.
6. Reflexiona
Pedir unos días de reflexión puede ayudar a valorar las cosas con perspectiva y no tomar decisiones precipitadas. Así como pedir consejo y hablar todas estas inquietudes con tu scout 🖖🏽. Por nuestro lado, estaremos encantados de orientarte. Nuestro objetivo no es que te cambies de trabajo, pero que encuentres el cóctel perfecto entre lo que te motiva y tu trayectoria. Ya sabes, la vida es demasiado corta…