Jelou manfreditas, soy Borja
Jelou Manfreditas. Me presento como nuevo Scout del equipo de Manfred. Me llamo Borja y soy uno de los fichajes de invierno en 2022. Vengo a bajar la edad media de la empresa (léase sin nada de hate y con mucho amor).
Echo de menos la terreta valenciana, de donde vengo, pero vivo en A Coruña (creo que por eso me aceptaron en el equipo). Reconozco que hice push fervientemente para que se declarase la paella como bien de interés cultural. CONSEGUIDO 🥘.
De dónde vengo, adónde voy
Como te decía, vengo de un pueblecito valenciano que se llama Ontinyent, donde viví toda mi infancia y del que tengo recuerdos maravillosos. A los 18 años me fui de vacaciones a Galicia solo con billete de ida y, casualidades de la vida, encontré un trabajo y me quedé. Empecé a estudiar Diseño Gráfico ese año y antes de graduarme decidí montar mi propio estudio para trabajar con pequeños clientes.
Soy muy selectivo con las personas de las que me rodeo, me gusta sumar y me gusta aprender de los demás. Desde el momento en el que tomé la decisión de montar el estudio supe que no podía hacer grandes cosas yo solo, así que empecé a agudizar el ojo (y el ingenio) para encontrar a gente técnica muy buena y darles la libertad de experimentar e innovar, de equivocarse currando.
Así que empecé mi primer proceso de scouting, buscando a las mejores personas técnicas para que me ayudasen. Y para mi sorpresa, las encontré.
Este trayecto duró unos cuatro o cinco años en los que, como emprendedor primerizo, pensaba que el éxito radicaba en trabajar más y mejor que nadie. Más horas. Más clientes. Más reuniones. Más carga. Y más, y más y más. Trabajaba mucho y no sabía ni parar ni delegar. Y como se veía venir para todos, excepto para mí, llegó el crunch. Primer aviso. Peté mentalmente, volví demasiado rápido a la acción y volví a petar por segunda vez en febrero de 2020. Me había desfondado y debía cambiar las cosas.
Disclaimer
Aprendí más que en ningún otro momento de mi vida. A gestionar tiempos, personas, presupuestos y proyectos. A conocer procesos administrativos, crear una metodología propia, tratar con clientes, equilibrar el embudo de entrada de proyectos, crear productos y servicios nuevos, facturar, etc., etc., etc.
La pandemia me ayudó a tomar la decisión. Muchos clientes importantes del estudio se cayeron y tomé la determinación, difícil pero liberadora, de dejarlo marchar y empezar una nueva aventura.
Me propusieron un proyecto muy guay de la mano de Ivory Soluciones: montar una agencia de marketing, diseño y tecnología en plena pandemia. Y a mí, que me encantan los retos... pues acepté, sin tener mucha idea de marketing, para qué te voy a mentir. En menos de un año íbamos subidos en un cohete. Para mí supuso un doble éxito, porque aprendí tanto de marketing que ya no sé ver la vida sin buscarle una automatización o una campaña de paid. Pero yo sabía que algo no andaba bien. Tenía vibes del pasado 😫. Me veía en una vorágine de trabajo y autoexigencia, otra vez. Y no sabía parar.
He sido como Tom Hanks en Forest Gump, no dejaba de correr y correr tras cruzar la línea de meta. Y por supuesto, llegó el momento en el que me desfondé por segunda vez.
Me gusta siempre buscar cosas positivas y aprender de todo lo malo que me pasa. Como dirían los Monty Pyton, “Always look on the bright side of life”.
De esta catarsis saqué dos conclusiones:
- Tenía un problema con mi autoexigencia.
- Trabajamos mucho tiempo en la vida para no disfrutarlo. No quiero volver a trabajar en algo que no mejore el mundo de alguna forma, por pequeña que sea.
Dio la casualidad de que en ese momento apareció Manfred en mi vida. Vi una oferta de Scout para la que creía que no estaba preparado, pero el mero hecho de empatizar con la forma y el fondo de la comunicación de la empresa ya me había ganado; y mi cerebro, en segundo plano, me recordaba cada día que había una empresa ahí fuera que tenía buena pinta. Tomé la decisión, poco optimista, de escribirle a Marta para interesarme por la oferta. Y ante el final de cada fase del proceso pensaba que no daba la talla. Cuál fue mi sorpresa al decirme que querían que me incorporase al equipo de scouting.
Por suerte, todas las decisiones importantes que he tomado en mi vida me han llevado a lugares y momentos mejores, por lo que no dudo que estoy en el lugar y en el momento correcto.
Sobre mí
Me apasiona aprender. De cualquier cosa. Por eso trabajar con personas me gusta tanto; cada una tiene su historia y su experiencia, y puedo aprender algo (o muchas cosas) de todas ellas.
En mi vida personal me encanta disfrutar de mi casa y mis momentos a solas. Para mí, mi casa es mi santuario donde puedo disfrutar de las cosas que más me gustan. Netflix & chill, ver LOL competitivo mientras tapeo quesos y vinos, leer o echarme alguna partida (u unas cuantas) a algún videojuego.
Como a Antonio, me apasiona la comunicación en todas sus formas. Y como la comunicación es un acto inmediato y muy actual, me gusta seguir la actualidad desde una mirada estratégica, como a vista de pájaro, para entender qué está pasando y qué está por venir.
Mis películas favoritas son dos: Chico y Rita, de Mariscal y Trueba, que mezcla todo lo que me gusta y El Gran Hotel Budapest, de Wes Anderson, cuya creatividad me impulsa.
Escucho desde Antonio Machín hasta Megadeath, Artic Monkeys o Bad Bunny (pero admito que no le encuentro la gracia al reggaetón). Coincido con el buen gusto de Ramón: a mí también me gustan mucho, tanto Xoel López como Iván Ferreiro.
Y si algún día me quieres regalar algo, me hará muy feliz si es comestible.
Por qué Manfred
Me gustan mucho las empresas que buscan cambiar las cosas. Y si me dices que puedes cambiarle la vida a las personas encontrándoles ese trabajo que sea menos trabajo… Pues blanco y en botella. En el momento en el que vi una oferta de Manfred, dije: este sitio es para mí.
Me gusta el gamberrismo en la comunicación de las empresas; opino que estamos demasiado encorsetados en una comunicación empresarial insulsa y opaca y ver que alguien intentaba empatizar desde el minuto uno conmigo, me hacía reír y me transmitía ese buen rollo en algo tan (antes) aburrido como una oferta de trabajo me hizo saber que era un sitio en el que quería estar.
Y me gustaría destacar el verbo ESTAR, porque aquí en Manfred estamos muchos, cada vez más, pero SOMOS muchos más que este equipo. SOMOS todos los manfreditas que confían en nosotros y SOMOS, también, una forma diferente de ver y hacer el recruiting. Porque, my friend, que no te engañen, esto no va de sueldos, de puestos ni de empresas, ESTO VA DE PERSONAS, como tú y como yo.
Vengo a Manfred a aportar mi expertise y sobre todo a sumar. He flipado con el equipo humano y también con la profesionalidad de todos 😍. Y no puedo esperar para ayudar a más manfreditas a encontrar ese trabajo con el que están soñando.
Te dejo por aquí mi contacto de mail y LinkedIn para echarte una mano en cualquier cosa.